13.11.11

5. Clases - 2° Parte


Caminamos y caminamos, bueno, quizás no caminamos tanto pero yo estaba cansada que me pareció una eternidad. ¡Quería dormir!
- Danna, ¿a donde vamos?- pregunte bostezando
- A desayunar, ¿no es obvio?
- No quiero ir - hice una mueca- No tengo hambre
- Vamos Sarah, acompañame, no quiero ir sola
- Pero...
- ¡Por favor!- me suplico juntando las manos
Acompañala, ¿que te cuesta?
Me cuesta bastante. ¿Y tú? ¿A donde te habías metido?
Estaba durmiendo, tengo que descansar. Yo soy la que piensa aquí
Me ofendes.
Era la idea.
- Esta bien- suspire
- ¡Gracias!- me dijo dandome una gran sonrisa
- Ya que...
Me tomo de la mano y me llevo corriendo hasta el comedor, casi muero a mitad del camino. Los deportes no son lo mío y menos por la mañana. Entramos y ella se puso a la fila. No tenía hambre así que me quede parada sin saber que hacer. Danna se volteí y frunció el ceño haciendome un gesto con la mano para que me acercara.
- ¿No vas a desayunar?- me pregunto
- No
- No creo que sea buena idea, quizás podrías...
- No voy a comer- la corte
- Esta bien- dijo algo asustada- ¿Puedes ir a buscar un asiento libre, por favor?- pregunto un poco asustada
- Ok
Dios, ¿por qué eres tan pesada? Por eso estas sola
Apreté los puños mientras buscaba un lugar vacio. Me senté poniendo mi boldo en la mesa y enterrando mi rostro en él. Los ojos se me llenaron de lágrimas. No, no iba a llorar.
Te pones así porque sabes que es verdad, ¿no?
Cállate.
- ¿Estas bien?- pregunto Danna cuando llego a la mesa
- Si, solo tengo sueño- respondí sin levantar la vista
- ¿Segura que no quieres desayunar?
- Si, estoy bien
Estuve así todo el rato. Me aguante las lágrimas y trate de relajarme. No quería que se notara que quería llorar. Pero seguía teniendo el nudo en la garganta. Por suerte, eso no se notaba.
- Ya, termine- dijo Danna- Ven, acompañame
Respire hondo y levante el rostro, me estiré y levante. Seguí a Danna a dejar la bandeja cuando hablan por el altavoz.
- Alumnos por favor, dirijanse al auditorio para la bienvenida del nuevo año. La ceremonia comenzara en 15 minutos. Gracias.
- Ven, vamos- me dijo Danna
Dejo la bandeja y fuimos al que supongo era el auditorio.
Es obvio que es el auditorio, ¿por qué crees que todos van hacía allá?
Que odiosa eres.
Ya te he dicho el por qué de eso. Tú eres así.
Entramos en un enorme edificio. ¿Donde sacan tanto dinero para hacer todo esto? Es practicamente una mini ciudad. Entramos por una puerta, siguiendo a los demás y me quede asombrada. Había miles de butacas rojas, un escenario grande. Parecía un teatro. Danna bajo las escalitas y empezo a buscar algo con la mirada, bajo un poco más entonces con un gesto de mano me llamo. Fui y me senté.
- ¿Qué estabas buscando?- pregunte
- Los asientos. Todos los asientos estan repartidos por grados y este es el espacio del 10° grado
- Ok.
Poco a poco el lugar se fue llenando, iban entrando chicos, la mayoria iba conversando y riendo. Nuestro espacio se fue llenando, reconocía algunas caras pero no sus nombres y los demás no los habia visto. Uno se me hacía familiar pero no me recordaba su nombre. Era tan frustrante esto, ¿cómo no me podía recordar de un estúpido nombre? Tengo demasiado mala memoria.
- Danna- la llame y me miro- ¿Cómo se llama él?- pregunte apuntando disimuladamente hacía atrás, ella se voltea pero vuelve la vista rapidamente
- Es Dylan, ¿cómo lo olvidaste?
- Oye, tengo mala memoria
- ¿Cómo es que no te has olvidado de mi nombre?
- Es que te veo todos los días. Es solo cosa de tiempo, ya me aprendere sus nombres, mi horario, la materia...-me empezó a doler la cabeza- Es demasiada información- dije en voz baja suspirando
Vamos, no es tanto. ¿Acaso tienes memoria de pez de dorado?
Después del accidente, quedé un poco mal. Algunos de mis recuerdos desaparecieron, el golpe que me di en el accidente fue muy fuerte al parecer, me dejo inconsiente por unos instantes. Desde entonces que no retengo mucha información, supongo que cuando sea anciana sufrire de Alzheimer.
Detras del escenario apareció una mujer, alta y delgada, cabello rojizo, tomado por un moño, ojos cafés, creo, no los distingo bien, con gafas y vestía un traje negro, muy bonito debía decir. ¿Ella era la directora o qué?
- Por favor, tomen sus asientos jovenes- poco a poco se fueron acomodando y quedaron en silencio - Gracias - Primero que nada, quiero darles la bienvenida a todos a este nuevo año. Ya los de años anteriores me conocen y para los nuevos, yo soy Kaherine Russell, directora de la academia...
Después de eso lo único que escuché fue bla, bla y bla. Me había desconcentrado buscando a mis hermanos, más especificamente a Mathew, tenía ganas de estar con él, no sé por qué. Supongo que es porque siempre estoy con él. La directora siguió habaldo, realmente no creo que muchos le prestaran atención. Dios, esto es aburrido. Y desúés me toca matemática, que gran manera de empezar el año escolar. Bufé y me recoste en la silla tirando la cabeza hacía atrás. Entonces me di cuenta que había un asiento vacio. O sobraban asientos o alguien había faltado. Pero, ¿quién podría faltar el primer día? Eso es vagueza. Aunque tengo que admitir que me gustaria haber faltado hoy. Y mañana. Y pasado...
Me acomodo nuevamente en el asiento y cerré los ojos por un momento.
... que fue más de lo que esperabas.
¿De qué demonios estas hablando?
- Sarah, despierta- me sacudieron, abrí los ojso y vi a Danna
- ¿Qué?
- Vamos, hay que ir a clases ya
- Emm... ok
Me levanté y la seguí a la salida. Ella se ofreció a llevarme a mi sala y yo acepté, no tenía ganas de discutir después de dormir... Un momento, tú me hablaste mientras dormía, eso quiere decir que me vas a molestar hasta en sueños?!
No estabas del todo dormida, por eso te hable
Más te vale que sea así, no quiero tenerte hasta en mis sueños, ya es suficiente tenerte ahora. Si te pones a hablar mientras duermo, mis sueños se convertiran en pesadillas.
Que exagerada eres mujer...
---
Hola a todos los que leen la historia! (Si es que aun lo hacen)
Tanto tiempo, ¿eh? Si, no he publicado hace mucho... demasiado. ¡Pero tengo mis motivos!... No, en realidad no. Es que simplemente me daba flojera pasar lo que tenía en limpio lo que tenía escrito en mi cuaderno. Disculpen, pero soy una vaga :c ¡Pero ahora solo me queda una hoja por pasar! Así que podre escribir más seguido y así subir más. Bue', no sé que más decir. Disculpen si es que las decepcione con respecto a las subida de capítulos y todo eso, pero por alguna razón últimamente ando más motivada con respecto a escribir. Ya, me voy.
Dejen sus comentarios y opiniones (siempre con respeto).
Bye (: ♥

19.2.11

5. Clases - 1° Parte

Y empieza el horror...

El resto del fin de semana pasó rápido. No volví a salir. Danna quiso sacarme a la fuerza pero no lo logro. Me quede todo el fin de semana vagando en internet o metiendo en el mundo de mis libros. No tenía ganas de nada. Además no había hablado con él. Lo extrañaba, necesitaba hablar con alguien. La soledad no era tan buena.
La verdad era que me intrigaba saber dónde estaba él. Saber que estaba cerca era emocionante. Pero prefería no pensar en eso, ya tenía la cabeza lo bastante jodida como para echarla a perder más.
Ya era lunes y las clases empezaban. Maldición, no quería ir. El despertador sonó pero yo no le hice ni caso. Sentí que la luz se encendió, así que me tape con la almohada. Pasaron los minutos y yo seguía plácidamente bajo mi almohada, aun media dormida.
- Sarah, despierta- me llaman moviéndome suavemente. Con suerte reconozco la voz de Danna
- Uhm- es lo único que sale de mi boca.
- Despierta, hay que ir a clases.
- Uhm…-me quita la almohada del rostro y automáticamente pongo el brazo sobre mis ojos.- Dámela- pedí mi almohada con la otra mano pero no me la paso.
- No, tienes que levantarte. Ya, arriba
Veo como deja la almohada a los pies de mi cama y se encamina al baño. Trato que mis ojos se acostumbren a la luz, lo cual no tarda en suceder y me siento estirándome un poco. Bostezo y me levanto caminando hacía el armario. Danna sale del baño con el cepillo de diente en la mano, ya vestida con el uniforme, solo le faltaba los zapatos.
- ¿Qué clase te toca ahora?- me pregunta
- Emm… No lo sé.
- ¿No fuiste a buscar el horario?
- No.
- ¿Y supongo que tampoco te inscribiste en el electivo?
- Emm… No- bufo
- Vamos a tener que apurarnos para hacer todo.
- Está bien
Se volvió a meter en el baño para enjuagarse la boca. Saque todo lo que necesitaba y cuando Danna salió del baño, yo entre. Deje todo ordenado y abrí la llave de la ducha, me desnude y me metí. Me bañe rápidamente, me sequé el cuerpo con la toalla y me la enrolle para poder secarme el cabello con el secador. Me puse la ropa interior y me quede mirando el uniforme. ¿Cuándo fue la última vez que use uniforme? No lo sé, quizás alguno de mis antepasados haya ocupado, no lo sé. Me lo puse y me mire en el espejo. No me veía mal. Me cepille el cabello y me lo deje suelto. Tome mis cosas y salí del baño.
Danna ya estaba lista, arreglaba sus últimas cosas en su mochila. Deje mi pijama en la cama y me puse mis zapatos, bueno, más bien mis zapatillas.
- Ya, estoy lista- le dije tomando mi bolso.
- Ok, vamos, tenemos que ir a buscar tu horario y todo eso.
Mire el reloj que estaba en el velador y marcaba las 7:03am. Demasiado temprano para mí. Salimos y ya se escuchaba ruido en las demás habitaciones y había chicas en el pasillo. Bajamos y salimos hacía la dirección. No hacía tanto frio como otros días, había nubes, pero a lo lejos se veía que ya empezaba a salir el sol. No nos demoramos nada en llegar. Me acerqué a la secretaria, que estaba en una pequeña oficina, algo nerviosa, ella me miro por encima de sus anteojos y me dio una sonrisa que me tranquilizo un poco.
- ¿Qué deseas?- pregunto.
- Vengo a buscar mi horario.
- Dame tu nombre, cariño.
- Sarah Grey- tecleó mi nombre en la computadora.
- Eres nueva, ¿verdad?- pregunto sin levantar la vista en la computadora.
- Emm… Sí.
- ¿Tampoco haz elegido electivo?
- No
- Pues, quedan muy pocos, debiste venir antes.
- Sí, no lo sabía, por eso no vine.
- Bueno, no te preocupes.
Se levante caminando hacía la impresora que se encontraba a sus espaldas y saca un papel que acababa de salir. Entre en otra habitación, no sé por qué, y sale con una pequeña caja. Se acerca nuevamente a mí y me entrega el papel y la caja.
- Aquí tienes, cariño. En este mismo pasillo, vas a ver varios tableros, es para la elección de electivo. Anótate en el que quieras, siempre y cuando tengas cupos- me sonríe-. Si necesitas algo, solo dime.
- Está bien. Gracias.
- De nada, corazón.
Salí de la pequeña oficina y fui a ver el tablón. Habían varios tableros y en la parte superior decían: “Electivos” y al lado del grado. Busqué rápidamente el mío. Cuando lo encontré, me acerqué y efectivamente había pocos electivo con cupos libre. Para ser más específicas solo dos: Fotografía y Ballet. Mierda. Siempre me había gustado lo que tenga que ver con Arte, pero Ballet era mi sueño frustrado de niña. Tras pensarlo un poco, tomo el lápiz que estaba amarrado en el tablero y escribí mi nombre.
Camine hacia la salida donde Danna me esperaba sentada. Cuando me vio, se levantó y yo me apure.
- ¿Listo?- pregunto.
- Sí.
- ¿Qué te toca?- vi en el horario- Matemática- hice una mueca- seguí viendo mi horario y volví a hacer una mueca- ¿Tengo gimnasia hoy?
- Sí, y yo también.-me sonrió.
- ¿Qué te toca?-le pregunte
- Biología- hace una mueca- No nos toca junta, pero no importa, después nos veremos- vuelve a sonreír- ¿Nos vamos?
- Emm… Sí, es que…-me mira extrañado- Quiero ver qué es esto.
Abrí la caja y dentro de ella había un pequeño broche con la forma de una ave negra volando.
- ¿Para qué es esto?- pregunte mostrando la caja
- ¡Ah! El broche. Se lo dan a todos, siempre tienes que usarlo, bueno, el gimnasia no porque se puede perder, pero fuera de eso siempre lo tienes que tener- con el dedo, ella apunta a su corbata a donde estaba su broche.
- ¡Oh! Bueno.
- ¿Ahora si vamos?
- Vamos.
Salimos de ahí mientras yo me colocaba el broche también en la corbata, y seguí a Danna a quien sabe dónde.

26.1.11

4. El Lago - 2° Parte

Subí las escaleras corriendo y me dirigí hacía mi habitación. Pero en camino, choque con alguien cayendo sentado.
- ¡Hey! Fíjate por donde andas- me dijo mientras nos levantamos
Era una chica de cabello rubio, liso y largo. Tenía unos ojos celestes, y la piel blanquizca pero no tanto como la mía. Tenía más o menos  mi estatura y era muy delgada. A juzgar por su vestimenta, podría decir que era una chica que quiere llamar la atención de los chicos.
¿Y por qué supones eso?
Pues porque nadie en su sano juicio usaría una minifalda cuando afuera hace frió.
Tienes razón.
Gracias.
Pase de ella y fui a mi habitación. Tome mi celular, que por suerte no tenía llamadas perdidas, y salí. Ya no se encontraba esa chica, pero que me importaba. Baje y ahí se encontraba Danna esperándome.
- ¿Listo?
- Si
Salimos y sí que hacía frió. A mí me guste el frió, pero aquí helaba. Y eso que aun estábamos en verano. Metí mis manos en los bolsillo de la chaqueta y seguí a Danna a no sé qué lugar. Y al parecer no éramos las únicas que íbamos hacía allá.
- Esté - apunto a un edificio de unos 2 pisos que se encontraba a su derecha-, son las salas de física, biología, los laboratorios de química, y bueno, las clases de ciencias en general
- ¿Tantas?- dije algo sorprendida
- Sí, es que somos muchos por grado, así que tenemos que tener hartas salas. El edificio de allá-apunto al fondo, unos lejos de donde estaban-, es el de Lenguaje en general, y el que está al lado- un edificio igual de grande- es el de matemática. Y uno que está más atrás, es el de historia, después te lo muestro
- ¿Entonces cada edificio es de una asignatura?
- Si
- ¿Y cuantas clases hay en total?
- Haber...-se puso a pensar- 5 clases al día, sin contar el electivo
- ¿Y a qué hora entramos?
- Entre 8:30am a 9am y salimos entre las 6:30pm a 7pm
- Ok...
Qué horror. ¿Sera acaso legar tener tantos horas de clases?
Si, te van a hacer trabajar harto
Tú eres la que va a trabajar
Se quedó callada. Genial.
- Y este- Danna nuevamente me saco de mis pensamientos-, es el comedor
Frente a mi había un edificio de 1 piso pero era enorme. Claro, somos una montonera de personas, obvio que tenía que ser grande el comedor. Entramos, junto a muchos otros chicos, y me quede asombrada con el tamaño. Eran cientos de mesas y sillas, nunca había visto tantas en un mismo lugar. Ya habían varias ocupadas y aún faltaba personas. Había una fila al lado del aparador. Y tras este, había varias señoras trabajando. Me dio un poco de pena, tener que soportar esto todo los días. Yo no podría.
- Ven, vamos a hacer la fila - me tomo del brazo y me llevo a la fila
- ¿Tenemos que pagar? - le pregunte cuando estuvimos en la fila
- Bueno, el desayuno es gratis, pero si quieres otra cosa aparte tienes que pagar, y es igual en el almuerzo
- Ok.
La fila avanzo rápido, bueno no tanto, pero más rápido de lo que yo esperaba, y mi turno llego. Tome la bandeja con mi comida, que consistía de una taza de leche con cereal, un vaso de jugo de naranja, creo, y un sándwich. Le agradecí y la señora se me quedo mirando raro. ¿Por qué?
Seguramente no muchos le agradecen.
Quizás.
Seguí a Danna, buscando una mesa vacía y al fin la encontramos. Nos sentamos una al frente de la otra.
- ¿Quieres que te muestre a algunos de nuestros compañeros? -pregunto metiéndose una cucharada de cereal a la boca
- Bueno
- Haber- miro a su alrededor- Ah! Allá- dijo apuntando a una mesa más o menos cercana. Había varios chicos, todos robustos, con dos chicas rubias.- Ellas son Tiffany y Sasha, las populares de nuestro curso
- ¿Y los chicos que están con ellas?
- Son partes del equipo de fútbol- justo una de ella se volteó y era la misma chica de la mañana
- Tenía razón
- Haber, quien más.- miro tras ella pero enseguida se volteó sonrojada- ¿Ves en la fila a un chico de cabello castaño oscuro que está conversando con otro?- me fije y asentí- Él es Dylan- soltó un suspiro
- El chico tenía cabello castaño claro, piel clara y ojos marrones. Era alto y algo delgado.
- ¿Y cómo se llama con quien habla?- se da la vuelta, pero después se vuelve con el ceño fruncido- ¿Qué pasa?
- No me recuerdo. Lo tengo en la punta de la lengua, pero no me recuerdo
El chico con el que hablaba tenía cabello oscuro, ojos azules y piel tan clara como la mía. Era igual de alto que Dylan pero mucho más delgado, y si la vista no me engañaba, tenía un piercing en el costado derecho del labio.
- ¿¡Se puede usar piercing aquí?!- le pregunte algo molesta a Danna
- Si hubiera sabido, antes de irme me hubiera comprado la bolita que le falta al que tengo en mi oreja. Lo tenía hace como 2 años ya, mi papá me castigo cuando se enteró, pero al final lo acepto.
- Emm... no, ¿por qué lo dices?
- Porque él tiene uno
- ¡Ah! Sí, pero no se puede, si se lo ven, se lo quitan
- ¡Oh!...- suspire
Yo quería usar el mío
Qué pena
Cállate
- ¡Ya me acorde!- dice de repente- Se llama...
El sondo de mi celular la interrumpe, lo saco rápidamente de mi bolsillo y me fijo que era papá. Tomo mi bandeja y me levante rápidamente. Lo fui a dejar y salí rápidamente de la cafetería. Seguramente no escucharía nada. Cuando estuve lejos, conteste.
- ¿Aló?
- Hola hija
- Hola papá, ¿cómo estuvo el viaje?
- Bien, ¿y tú noche en el internado?
- Pudo ser peor
- ¿En dónde estás ahora?
- Estaba en la cafetería desayunando con mi compañera de cuarto
- ¿Nueva amiga?
- Sí, claro- le respondí con tono sarcástico- Es solo mi compañera
- ¿Y haz visto a tus hermanos?
- No, me olvide completamente de ellos.
- Que amorosa- comento sarcástico
- Bueno, bueno, después los busco
- Ok. Ya me voy, tengo trabajo
- Ok. Hasta después
- Si, hablamos después. Cuídate mucho, ¿ok?
- Tú igual. Adiós. Te quiero
- Igual. Adiós- colgué
- ¿Qué paso?- la voz de Danna me sobresalto
- Lo siento, es que mi papá me llamo y allá dentro no iba a escuchar nada
- No te preocupes- me sonríe- Ya me recordé como se llamaba. Se llama Jake
- ¿Y por qué note acordabas de él?- pregunte
- Es que es más reservado así que no he hablado con él
- ¡Ah!
Comenzamos a caminar a quien sabe dónde. Me fue mostrando los demás lugares y compañeras, y con algunas de estas últimas, me decía: “No te juntes con ellos, son mala gente". ¿Por qué me lo decía? Ni idea. Pero sí que les tenía rencor.
De repente, unos brazos me levantan del piso haciendo que soltara un pequeño grito.
- ¿Te asuste?
- ¡Si, idiota!- le grite mientras le pegaba
- ¡Auch! ¿Por qué me pegas?
- ¿Tú que crees, Matt?
- Ya, ya, tranquila
Danna nos miraba extrañados con un signo de interrogación escrito en la frente.
- Danna, él es Matthew, el odioso de mi hermano mayor
- Odioso, pero aun así me quieres
- Lamentablemente...
- Mucho gusto- saludo Danna
- Igual- respondió mi hermano
- ¿Has visto a la otra?- pregunte
- Rosse, no otra, Rosse
- Como sea, ¿la haz visto?
- Si, andaba con su compañera, ¿por qué?
- Por nada, es que papá me llamo y me pregunto
- A mí también me llamo. Bueno, ya me voy que tengo que hacer. Nos vemos
- Adiós- y se fue
Seguimos conversando y la verdad es que era muy simpática, no lo podía negar. Con ella pasaban las horas rápido. Eren alrededor de las 6:30pm, cuando, sin razón aparente, Danna me toma del brazo y me esconde tras uno de los edificios que había cerca de nosotros. La mire con ojos muy grandes, pero ella ni en cuenta me tomaba ya que miraba a no sé qué o quién.
- Emm... Danna, ¿qué fue eso?
- Lo siento, es que había alguien que no me puede ver
- ¿Quién?
- Nadie
- Esa es una pésima excusa. Déjame ver
Me asome y a lo lejos pude ver a Dylan
- ¿Dylan?- asintió tímidamente- ¿Por qué? Pensé que eran amigos
- Sí, pero es que...- dudo un poco
- Es que...-presione
- Ok, te lo voy a decir, pero no se lo digas a nadie, ¿bueno?
- No se lo digo a nadie- prometí
- Es que...- tomó aire y después boto- Estoy enamorada de Dylan desde que llegué a esta escuela- tenía la cara increíblemente roja- Pero cada vez que le hablo me pongo muy nerviosa y muy roja, y no le puedo hablar y él seguramente cree que no le caigo bien y no va a querer acercarse más a mí y yo no quiero eso porque en verdad me gusta mucho- finalizo tomando una bocanada de aire ya que había hablado muy rápido
No había escuchado tantas palabras juntas en una sola oración
Yo menos
- Así que por favor si estamos las dos y él se acerca, que no te moleste que te lleve a otro lado, por favor, ¿sí?- me pidió juntando las manos
- Está bien
- ¡Gracias!
Volvíamos a nuestra habitación cuando se me ocurrió una pregunta algo estúpida.
Bastante diría yo
¿Y cómo sabes cuál es?
¿Tengo que decirte el por qué?
No hace falta, ya entendí.
- ¿Danna?- me miro- Si este lugar se llama Academia Lago Fénix, ¿dónde está el lago?
- ¡Oh! Cierto, se me olvido mostrártelo, ven
Nos devolvimos y fuimos a un lugar bastante alejado. Los arboles cada vez eran más y más, y entre ellos se encontraba un camino de tierra. Lo cruzamos y llegamos.
- Este es el Lago Fénix
Era un lago realmente enorme. No me alcanzaba la vista para verlo completo. Alrededor de él había muchos árboles y arbustos, esto ya era bosque.
- Wow- se me salió sin querer
- ¿Te gusta?
- Sí, es hermoso. ¿Por qué se llama así?
- Pues, tiene una leyenda muy linda. Se dice que hace mucho tiempo, en este lago, una pareja se veía a escondida ya que sus familias no le agradaban que ellos estuvieran juntos. Una noche, sus familias los siguieron y al darse cuenta que se veían, los mataron a los dos. Cuando los asesinos se fueron, un campesino llego y vio los cuerpos. Entonces dicen que el lago se volvió anaranjado y de él salió el ave Fénix. Sobre los cuerpos dejo caer dos de sus plumas haciendo que los enamorados volvieran a la vida y pudieran estar tranquilos.
- ¿Te la sabes de memoria?
- Si, un poco, pero en la biblioteca hay un libro por si quieres saber más
- Está bien
- Volvamos
- No, yo me voy a quedar un rato más
- ¿Ya sabes cómo volver?
- Si
- Ok. Nos vemos después- se dio la vuelta y fue por donde habíamos venido
¿No se te olvida algo?
¿Qué cosa?
No sé, agradecerle quizás
¡Oh! Tienes razón
- ¡Danna!- le grite corriendo tras ella y se volteo
- ¿Qué pasa?- pregunto
- Nada- me miro confundida-, es solo que se me olvido agradecerte. Gracias por haberme enseñado el lugar
- ¡Oh!- se sorprendió- Se nada, cuando quieras- me sonrió- Nos vemos después, Sarah
- Adiós
Volteo y se fue.
Bien, por fin un momento de soledad. Ya empezaba a extrañar estar sola. Empecé a caminar alrededor del lago. La luna estaba sobre este y había un poco de brisa que hacía que las hojas se los árboles se mecieran a su compás.
Estaba en la otra punta del lago y en él había una pequeña y antigua banca de madera. Toqué que suavemente el respaldo y me di cuenta que había una pequeña inscripción en ella. No pude entender lo que decía. Levante la vista y a lo lejos, pude ver a alguien. Adiós Soledad...
Recorrí la otra mitad del lago y salí del bosque. Camine rápidamente ya que al parecer está prohibido estar tan tarde fuera del dormitorio y yo no quería estar en problemas sin siquiera estar en clases.
Toda estaba silencioso cuando llegue a la habitación. Danna ya estaba dormida. Me cambié rápidamente de ropa y me metí, y cerré mis ojos rogando no volver a tener una pesadilla.

22.1.11

4. El Lago - 1° Parte

Los amigos llegan cuando menos lo esperas.

Me desperté muy agitada. Había tenido una pesadilla. La verdad, no me recuerdo muy bien de que fue, pero estoy casi segura que tiene que ver con la voz que me atormenta.
Gracias, cariño.
¿Por qué tuviste que volver? Estaba bien sola.
Qué se yo, es tu cabeza. Deberías saber.
Como sea. No se cómo voy a volver a dormir, Mire el reloj y era las 6:32am. No había mucha diferencia entre la hora que generalmente me levanto. Pero me sentía cansada, no había dormido muy bien. Así que tome mi iPod y me puse a escuchar. Quizás me podría dormir y de paso callar a la voz.
¡Hey! Te escuche.

Me desperté... ¿Cuándo me dormí?
Hace como 2 horas
¿Sigues aquí?
Si, sigo aquí.
Qué horror.
Mire el reloj y eran las 8:44am. No creo que duerma más.. Apoye mi mano en la cama para levantarme cuando sentí algo bajo esta. ¡Maldición! Había dejado mi iPod encendido y ahora no tenía batería. ¿Qué se supone que voy a hacer durante todo el día?
Estar conmigo.
¡Ja! Primero muerta.
Eso se puede arreglar.
¿Ahora eres una sicópata?
Ya te dije, soy todo lo que tú eres.
Una pregunta, ¿hay una forma de deshacerme de ti?
Tú tendrías que estar muerta, cosa que no creo que pase o harías.
¿Quién dice que no lo haría?
Y ahora eres una suicida.
Creo que se te olvida la razón por la que tengo estas marcas en mis muñecas.
Buen punto.
Unos pasos me distrajeron de mi discusión.
- ¡Hey! Despertaste ¿Cómo dormiste?- me pregunto sentándose en su cama
- Bien
Mentirosa.
Cállate.
- ¿Y qué vamos a hacer hoy?
¿Vamos? Me suena a mucho.
Se amable.
Cállate.
- No sé, había pensado quedarme aquí escuchando música pero se me gasto la batería, no que voy a hacer ahora- le respondí
- ¿Qué tal si te enseño el lugar?
- Pues... ya que
Cualquier cosa mejor que estar contigo.
Igual vas a estar conmigo, estoy en tu cabeza.
Desgraciadamente...
- Bueno ve a cambiarte, tenemos que ir a desayunar
- Ok.
Me dirigí a mi armario y saque cualquier cosa y fui al baño a cambiarme. Me lave la cara y los dientes. Me cepille el cabello y lo deje suelto. Tome mis cosas y salí. Deje mi pijama en la cama y me senté a ponerme las zapatillas.
- Listo -le avise
- Pontee algo, afuera está helando
- Ok.
Saque mi chaqueta negra y me la puse. Salimos al pasillo, donde había más chicas conversando, y bajamos las escaleras.
- Mira,- dijo parando en la puerta que había visto cuando llegué aquí- Este es el salón de descanso, todos los edificios tienen uno. La puerta que esta al fondo- señalo la puerta-, da a un pasillo donde está la lavandería, los baños de la planta baja y la oficina de la coordinadora de dormitorios.
- Ok.
Íbamos a salir cuando me acuerdo de algo. Empecé a revisar mis bolsillos pero no estaba.
- ¿Qué pasa?
- Se me quedo mi celular, voy a buscarlo
- Bueno, te espero

15.1.11

3. Internado - 2° Parte

Ya estaba en el auto, camino a mi nuevo hogar. Íbamos en el auto ya que vivíamos en Washington y no teníamos que ir en avión lo cual yo agradecía, no era la más fanática de volar.
Si hiciera una lista de las cosas que no te gustan...
Cállate.
Yo escuchaba música de mi iPod, la canción Keep Holding On de Avril Lavigne. Aunque en realidad, no prestaba mucha atención a la canción. En mi mente seguía rondando el tema de él. Me moría de curiosidad por saber quién era. Como era o como se llamaba, cosa que ni siquiera sé. Lo único que sé, es que tiene 14 años, al igual que yo, y que vive solo con su padre, bueno, solo en las vacaciones ya que iba al internado.
¡Te gusta!
Las tonteras que dices...
Estaba cansada, no había dormido muy bien. Mire a mi hermano quien se encontraba a mi lado. Me mira y me sonríe, apoyo mi cabeza en su hombro y me abraza, me acomodo en él y me duermo.
Al abrir mis ojos, me senté y vi por la ventana. Todo era verde. Verde, verde, verde. Un poco mareante pero bello. Sería relajante estar ahí.
- ¿Cuánto falta?- le pregunte a papá
- No mucho, pequeña-me dijo sonriendo por el retrovisor
Seguí mirando por la ventana, estaba algo contenta. Después de unos minutos, me aburrí de mirar por la ventana. No tengo nada en contra con el verde, pero ya me estaba mareando.
Tú siempre tienes en contra a algo, cualquier cosa.
¿Dónde tienes el botón de apagar?
Por el aburrimiento que tenía, me puse a jugar Piedra, Papel o Tijera con mi hermano. Hasta Rosse quiso jugar. Son los efectos del aburrimiento. Jugamos y nos reímos y conversamos juntos... Extraño.
- Niños, ya llegamos- nos anunció papá
No me había dado cuenta. Ya habíamos llegado.
- Vengan, salgan
Abrí la puerta y salí. A nuestro al rededor había muchos chicas y chicos, saludándose y abrazándose. El primer edificio que vi, fue uno pequeño, de dos pisos, de piedra gris, muchas ventanas y una puerta de cristal. No se encontraba tan lejos de donde estábamos.
- Ese edificio- dijo papá apuntando al edificio que veía- Es la dirección. Espero no ver a ninguno ahí
Se refería a mí.
Claro que refiere a ti. ¡Dah! 
- Lo intentare- le dije
Sí, claro.
- Y esos de allá- apunto a otros edificios de la misma estructura pero más grande- Son algunas de sus salas
- ¡Jo! Vamos a tener harto que recorre- dijo mi hermana animada- ¿Y nuestra habitación?
- Rosse, tu habitación está en...- reviso un papel que tenía en la mano- el edificio 4 de mujeres, habitación 45 y tú Matt, el edificio 2, habitación 56. Si quieren los acompaño
- No te preocupes, papá- le dijo Rosse
- Podemos ir solo, mejor ayuda a Sarah-pidió Matt
- Está bien, paso por su habitación para despedirme, ¿ok?
- Ok.-dijeron a la vez
- Nos vemos después
Sacan las cosas del auto y se van. Yo hago lo mismo, pero papá me ayuda, aunque no sea mucho. Caminamos en silencio. Observaba el lugar. Era muy grande. Los edificios, apenas tenían algunas diferencia. Tras un rato caminando, llegamos a una especie de plaza. Era cuadrada y grande, muchos árboles y pasto, bancas y al medio, una fuente. Solo la pude contemplar por un momento ya que teníamos que apurar el paso, las cosas ya me empezaban a pesar.
Nos paramos frente a un edificio, que arriba de la puerta tenía un cartel que decía: "3º edificio de mujeres". Entramos y nos encontramos con un pasillo largo con una escalera al fondo y a mano derecha había una puerta de cristal que daba a un salón o eso creo. Fuimos al final del pasillo y subimos las escaleras hasta el 3º piso. El corredor tenía las paredes rosa claro y el piso alfombrado de color rojo, y muchas puertas a cada lado pero todas separadas. Caminamos y nos paramos en una puerta. En ella, estaba el número 49.
Abrí la puerta de un golpe ya que tenía las manos ocupadas y deje las cajas en el suelo. Tenía las paredes color damasco y el piso alfombrado del mismo color damasco pero más claro. A mi mano izquierda, un poco alejado de la puerta de entrada, había otra puerta que daba a otro cuarto. A mano izquierda, había una puerta grande, blanca, era el armario. También había un escritorio café claro y una repisa. Avance un poco y me fije que en el apegado de la pared de aquel cuarto, había otro escritorio y otra repisa. ¿Por qué había dos? Entonces caí en la cuenta. También había dos camas, pegadas una en cada pared y dos veladores, uno en cada cama.
Va a estallar...
- Papá- lo más calmada posible, pero no dure
Un, dos, y tres... 
- ¡¿Por qué hay dos camas?!-le grite
- Primero, no me grites- me reprocho molesto
- Perdón- me disculpe más calmada
- Sarah, intente conseguirte una sola, pero no pude
- ¿Cómo se supone que voy a compartir? Ni siquiera comparto con mi hermana, ¿cómo voy a compartir habitación con una desconocida?
- Lo sé, sé que no te agrada la idea, pero no pude conseguirte otra, era esta o una para tres- suspire rendida
- Bueno, por lo menos lo intentaste- nos reímos
- Ven, siéntate- hizo un gesto para que nos sentáramos en la cama y así lo hicimos- Hija, sé que desde que tu madre murió, haz cambiado mucho, ya no eres la misma y te entiendo, no es fácil perder a alguien que quieres. Pero quiero que te comportes, no quiero que te metas en problemas
- Papá, tu sabes que yo solo me meto en problemas cuando me molestas y si aquí no pasa eso, yo no tengo problemas
- Eso espero, pero si pasara eso, no quiero que pelees, por favor. Me preocupas, no solo porque te castiguen si no porque te pueden hacer daño, y no quiero que eso pase, tengo que cuidarte
- Está bien- dije casi por obligación
- Prométeme que no te vas a meter en problemas- me pidió
- No te prometo nada, pero te prometo que yo no los voy a buscar
- Eso me basta-me abraza- Cuídate, por favor
- Está bien- lo abrase fuerte
- Te quiero mucho
- Yo también te quiero
Esas palabras... No creí que las volvieras a decir. Y menos a mi papá. Pero no le decía ninguna mentira. Lo quería mucho, y apreciaba todo lo que hacía por mí. Lo quería.
Qué lindo momento.
Y tú lo acabas de arruinar.
- Bueno, mejor me voy a despedir de tus hermanos, ¿está bien?
- Ok-nos levantamos- Hablamos luego
- Está bien, te llamo cuando llegues, a menos que sea muy tarde, en ese caso te llamaría mañana, ¿bueno?
- Bueno. Adiós papá, que tengas buen viaje
- Gracias. Duerme bien. Adiós
Y se va. Bien, ahora tengo que ordenar. ¡Que flojera!
¡Floja!
¡Cállate!
Me dirigí a la puerta de ese pequeño cuarto. La abrí y busque el interruptor con la mano. Lo encontré y no tardo en encender. Era un baño. Tenía un baño en mi habitación. Qué bueno. Las paredes eran de azulejos azules y el piso de baldosas blancas. A la izquierda estaba el lavamanos y un espejo. Al lado del lavamos estaba la tina, blanca y grande. El inodoro está al frente mío y tras la puerta había una repisa. Salí del baño y fui al armario. Era enorme, mi ropa no ocupaba ni un cuarto del armario. Cerré y empecé a desempacar. Coloque todos mis libros en la repisa, deje mi notebook en mi escritorio y el resto de mis cosas las deje en diferentes partes de la habitación. Mientras iba desempacando mi ropa, me di cuenta que había otra que no había visto nunca. Un buzo negro, blanco y rojo y la insignia del colegio, también había un pantalón corto negro con una franja roja a los lados y un par de camisetas mangas cortas blancas.
Hum, la ropa de gimnasia. ¿Cuándo la guardaron?
Me senté un momento en mi cama y mire la foto que había puesto sobre mi velador: una de mi familia, incluida mi mamá. Me gustaba mucho esa foto. Buenos tiempo eran ellos...
No me interrumpiste.
¿Para qué?, era un lindo momento.
Yo pensé que eras insensible
Oye, yo soy lo que tú soy, y tú no eres así.
Unas voces interrumpieron mis pensamientos.
- ¿Tienes todo, amor?- era la voz de una señora madura
- Si, mamá, estoy lista
- ¿Segura? No sé si pueda devolverme
- Si, llevo todo, no tienes por qué preocuparte
- Bueno, nos vemos después
- ¡Adiós!
De golpe se abre la puerta. Alguien entra con unas cajas, supuse que era una chica, tenía una cabellera larga y rubia, pero no le pude ver la cara, la tenía tapada por las cajas. Bajo las cajas y suspiro. Tenía ojos marrón claro.
- Muchas cosas- se dijo para sí, luego mira a donde estoy yo y sonríe- ¡Hey! Hola- dijo muy animada
- Hola- le conteste con la misma indiferencia de siempre
- ¿Cómo te llamas?
- Sarah
- Me llamo Danna, gusto en conocerte- seguía igual de animada
- Si...
- De seguro te gusta este lugar, hay muchos lugares entretenidos y todos son agradables. De seguro les caes bien -me sonríe
- Eso espero- me levante y me dirigí al armario- Esto... ¿Cómo vamos a ordenar la ropa? Digo, para que no nos confundamos
- Pues, deja poner la bolsa donde traje mi uniforma y listo- sonrió
- Ok.
Hizo lo que dijo y ordenamos la ropa. No tenía muchas cosas así que no me demore. Al terminar, tome mi notebook y lo prendí.
- Danna- la llame, estaba escuchando música
- ¿Si?- me respondió sacándose uno de los audífonos
- ¿Aquí hay Internet?
- Si, en todo el lugar- sonrió
- Gracias
Me conecte al Messenger, esperando que estuviera él. Pero, no, no estaba. Me entristecí un poco. No me podía estar triste por él, ¿no?
¡Te gusta!
¡Cállate!
Parece que cállate es tu palabra favorita ahora.
Revise mi blog, y tenía varios comentario, dándome ánimo. A veces la personas que no conoces te apoyan más que las que si conocen. Extraño, ¿no?
Era extraño estar acá. Todo era nuevo, todos debían ser distintos. Quizás... Quizás aquí pueda empezar a cambiar lo que he estado haciendo durante este último año. Cambiar lo que odia mi padre, mis hermanos, todos... No podía esperar que el mundo cambiara, soy yo la que tiene que cambiar.
Cambiar...
Casi sin darme cuenta, eran las 9pm. Tenía que acostarme. Tome mi pijama y me fui a cambiar al baño. No me iba a desvestir frente a ella. Mi pijama consistía de un pantalón negro y una camiseta morado oscuro con una estrella plateada. Salí y ella ya estaba vestida y se iba a meter a la cama. Apague la luz e hice lo mismo.
- Hasta mañana- me dijo
- Hasta mañana...
Hasta mañana.
Esto iba a ser una tortura...

9.1.11

3. Internado - 1° Parte


No perdamos tiempo mirando hacia atrás. Sigue adelante. Que las cosas que pasaron, ya no volverán.

Me desperté y me encontré con la habitación algo vacía. ¿Por qué? ¡Ah! Sí, me voy a un internado. ¿Cómo se me puede olvidar eso?
Si, ¿cómo se te pudo olvidar?
Pe-pero... ¡Tú! ¡¿Qué demonios haces aquí?! ¡Creí haberme librado de ti hace tiempo!
Sí, claro. No te vas a deshacer de mí tan fácilmente.
¿Por qué volviste?
Nunca me fui. Solo estaba callada.
¿Y por qué no te quedaste así?
Me senté y me estire tratando de sacarme esa voz de mi cabeza. Pero fue en vano, caí de nuevo sobre mi cama. Desde pequeña, mucho antes del accidente, ella apareció en mi cabeza de un día a otro. Supongo que fue porque siempre fui muy solitaria y siempre quise una amiga con quien conversar. No sé qué tiene mi cabeza, pero apareció a atormentar mi vida. Es como mi conciencia o algo así. Pero después del accidente, había desaparecido, hasta hoy, ¡que volvió a molestarme!
Relax, ¿ok?
Estaba cansada, pensativa, aburrida... Todos las emociones mezcladas menos enojo y tristeza por tener que irme. No tenía por qué estarlo. No tenía opción, me iba si o si y tampoco tenía nada o nadie que dejar. Bueno, quizás no. Tenía un amigo, se llamaba Drake. Con él me juntaba en la escuela. Pero cuando murió mi madre, él se distancio o mejor dicho, yo lo distancie.
Tú alejas a todos, incluso a tu familia.
Cállate.
Me aleje de él, yo deje de ser su amiga. Y ahora estaba arrepentida. Pero ya no hay tiempo para lamentarse. Mire mi reloj y ya eran las 9:30am. Me senté nuevamente y tome un chaleco y me puse mis pantuflas, fui al baño y me moje la cara. Mis ojeras eran cada vez grandes.
Yo las veo igual.
¿Quién pidió tu opinión?
Que pesada.
Me sequé la cara y baje a la cocina. Ahí ya estaban mis hermanos y mi papá. Los salude y me senté a desayunar.
- Hijos, recuerden que a medio día nos vamos, así que después bajen sus cosas
- Está bien- dijimos a la vez
Terminamos de desayunar y cuando íbamos a subir las escaleras, papá nos dijo:
- Tienen que abrigarse ya que allá hace mucho frió
Subimos y cada uno fue a su habitación. Tome la ropa que había elegido ayer y me la puse. Papá había dicho que allá hacia frió por lo que mi ropa estaba bien. Era una camiseta negra con un estampado de calavera en una de las esquinas, unos jeans negros gastados, una chaqueta negra corta y mis viejas converse negras, pero obviamente aun no me pondría la chaqueta. Fui al baño y me lave los dientes. Regrese y tome mi laptop y vi si él estaba conectado. Pero no, no estaba. Debía estar ocupado. Apague la laptop y lo guarde en mi mochila junto con las últimas cosas que me quedaban. Una vez guardado todo, baje y lo deje en la sala. Baje las cajas que había empacado ayer y regrese un momento a la habitación. Sería la última vez que la vería durante un largo tiempo. Me vino la melancolía pero me la saque al tiro. Cerré la puerta y baje. Ahora tendría una nueva vida.

5.1.11

2. Anuncio Inesperado - 2° Parte

Onnie: Por que querías que me conectara?? o.ó
Ángel: Te vas a un internado?
Onnie: Si, algún problema?
Ángel: No precisamente, es que no te había contado que yo también estaba en un internado
Onnie: Si...
Ángel: Pues te va a mí mismo colegio :P
Onnie: Que?! En serio? O_O
Ángel: Si, vamos a ir a la misma escuela
Onnie: Nos vamos a conocer? :o
Ángel: No lo sé, quizás pero yo no te voy a decir quién soy >:D
Onnie: Por qué no?? :/
Ángell: Para qué? Es mejor así
Onnie: No quieres que nos conozcamos? Si tan fea no soy tampoco ¬¬
Ángel: No creo que sean fea, de seguro eres bella, pero es mejor guardar el misterio, no? >:)
Onnie: Bueno, está bien. Me tengo que ir a guardar las cosas
Ángel: Ok, yo igual tengo que ordenar. Hablamos cuando llegues allá?
Onnie: Claro. Adiós, cuídate
Ángel: Tú igual. Adiós, te quiero
Onnie: Igual
Me desconecte y apague el notebook. Busque las cajas y empecé a empacar. Él siempre me trataba bien. Me animaba mucho. Era un verdadero amigo. Me gustaba tenerlo conmigo. Después de un par de horas, termine de ordenar. Solo había dejado mi pijama y la ropa que me iba a poner al otro día. Estaba cansada. Me puse el pijama y me dormí.

~ Fin del Capítulo