24.12.10

1. La Vida es un Asco - 2° Parte

El toquido a mi puerta me distrajo de mi puerta.
- Pase...-dije desanimada
La puerta se abre lentamente y se ve el cabello castaño claro y largo, junto con sus ojos verde y la pequeña sonrisa que es común en su rostro entrar en mi habitación.
- ¿Vas a comer?-me pregunto con su dulce voz
- ¿Tú que crees?-le respondí sin ni siquiera mirarla
- Ok...-dijo en voz baja y salió de la habitación
Sigo sin comprender, ¿por qué me preguntan si quiero comer? Saben que yo no como. No he comido en 4 días. Es peligroso, lo sé, pero no tengo hambre. Pero como la semana, no me aguanto más y como. Ha sido así desde su muerte. Nadie me comprende. A mis hermanos es como si mi madre nunca hubiera existido y mi padre... Mejor no hablar con él. En mi escuela, es donde peor me va. No por las clases sino por mis compañeros. Ellos saben lo que me pasa y aun así me lo restriegan en la cara. Y yo solo me defiende, de una forma mala, pero me defiendo. Me he metido en muchos problemas por lo mismo. Pero como dije antes, no me importa en lo más mínimo. Nuevamente el toquido de mi puerta interrumpe mis pensamientos.
- Pase...-volví a repetir
Esta vez no era mi hermana, sino mi hermano. Un chico de cabellos liso y ordeno de color castaño claro, piel de un color damasco y ojos verde, como todos nosotros. Alto y musculoso, serio pero gracioso. Es mi único apoyo. Vi en sus manos y llevaba una bandeja con comida.
- Ya les dije que no tengo hambre-dijo mirando para otro lado
- Pero tienes que comer-se sienta a mi lado en la cama- Ya llevas 4 días sin comer
- Ya sabes como soy, voy a terminar de comiendo igual
- Sí, pero me preocupa, bueno, nos preocupa que no comas, no queremos que te pase nada
- Voy a estar bien
- No es cierto, vamos, come, por favor
- Matt...-trate de convencerlo
- Por favor-dijo con esa voz tan dulce que no me pude negar
- Está bien-suspire- Pero solo porque tú me lo pides, ¿ok?-me sonríe y me pasa la bandeja
- Empecé a comer como desesperada. Aunque lo negase, tenía mucha hambre. Cualquiera tendría hambre si no ha comido en 4 días, ¿no? Matt siempre había sido muy bueno conmigo. Me cuidaba, y me aconsejaba en lo que pudiera necesitar. Pero Rosse no era así. No me llevo mal con ella pero no somos tan unidas como Matt y yo. Al terminar de comer, le devuelvo la bandeja a mi hermano y le digo:
- Gracias hermanito-le sonreí
- Ni lo menciones-le besa la cabeza y se levanta de la cama- Más rato baja porque papá quiere hablar algo con nosotros
- Está bien
Sale y cierra la puerta. ¿De qué querrá hablar mi padre? No lo sé. Me sentiré y sin querer me quede dormida. Tuve un sueño extraño pero lindo. Estábamos sentados en un parque, todos estábamos ahí, incluso mi mamá. Conversábamos alegremente, cuando una nube negra y enorme pasó sobre nosotros, y un viento muy fuerte hizo que cerrara mis ojos. Cuando los pude abrir, no había nadie a mí alrededor. Ni mi padre, ni mis hermanos y ni mamá. Por suerte, desperté. Mi respiración era agitada y sudaba un poco. Mire la hora. 4:0pm. Mejor bajaba. Pero primero fui al baño. Prendí la luz y me dirigí al lavamanos. Abrí el grifo y me moje la cara. Me sequé y me mire en el espejo. No me recordaba que mis ojeras fueran tan grandes. Salí del baño y baje a ver qué era lo que quería decirnos nuestro padre.

~ Fin del Capítulo